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La lactancia materna es el mejor alimento que existe para los bebés, y en el caso de bebés prematuros cobra mayor importancia.

La leche materna contiene células vivas que ayudan a proteger a tu bebé contra infecciones y enfermedades (especialmente enterocolitis necrotizante), refuerzan el sistema inmunitario, pero además favorece la vinculación de la mamá con el bebé, lo hace sentir protegido, amado, y todo esto contribuye a reducir la estancia hospitalaria, y favorecer el correcto desarrollo neurológico. Lograr establecer una lactancia materna teniendo que iniciarla sin el bebé y bajo una situación de tanto estrés constituye un gran reto. Es necesario contar con información oportuna y el apoyo del personal de salud, de la pareja y de toda la familia para poder conseguirlo. La persona idónea es una consultora certificada en lactancia materna, pero también la experiencia de otras mamás que han pasado por esta situación puede serte de mucha utilidad.

Debemos recordar algunos fundamentos de la lactancia materna: esta funciona a través el esquema oferta-demanda. Si tu cuerpo siente que la leche que está produciendo no es suficiente, producirá más leche. Si siente que la estás “almacenando” da por hecho que no se usa y deja de producir.
Con base en esta consideración, te damos algunas sugerencias:
Deberás iniciar la extracción de leche materna dentro de las 6 horas siguientes al nacimiento de tu bebé.

La extracción la puedes hacer manual o con algún extractor, para lo cual se recomienda que sea uno doble, eléctrico y que tenga succión de grado hospitalario. Estos pueden rentarse, o a veces los proporcionan los hospitales. Si decides comprar uno de uso personal, verifica que la marca que compres cumpla con la potencia de succión de grado hospitalario, ya que usar uno común podría lastimarte y además generarte mucha frustración al no lograr el resultado esperado.

Lo más importante es la frecuencia de la extracción, más que la duración. Debes extraerte leche cada dos a dos horas y media, con un descanso de 5 o 6 horas en la noche. La última extracción la debes hacer en la madrugada (sugerencia 2am) ya que las extracciones hechas a esta hora estimulan más la producción de leche. Lo primero que deberás hacer al despertarte es extraerte leche y luego si quieres puedes dormir otro rato más. En total al día deberás conseguir de 8 a 10 extracciones. Entre más seguido extraigas leche, mejor será el resultado, ya que estarás mandando a tu cuerpo la señal que necesita producir más leche porque no le está alcanzando, pudiendo incluso realizarlas hasta cada hora.

El ritmo de la “succión” los primeros minutos debe ser rápida y de poca intensidad para estimular el reflejo de bajada de la leche, una vez que sale “chorrito” puedes pasar a un ritmo más lento con una fuerza de “succión” de mayor intensidad. Una vez que te deje de salir leche, deberás extraer nuevamente un par de minutos más con el ritmo del inicio, rápido de baja intensidad de succión, para tratar de estimular nuevamente el reflejo de bajada. Si ya no sale nada, puedes suspender el uso del extractor. Se sugiere finalizar con una extracción manual, ya que se ha visto que combinar ambas técnicas da mejor resultado.

Tener una foto o video de tu bebé, o extraerse leche inmediatamente después de estar con él o cargarlo puede ayudarte a que fluya mejor tu leche.

Deberás preguntar al hospital donde está tu bebé cuáles son los procedimientos necesarios para su almacenamiento.

Una vez que tu bebé vaya adquiriendo fuerza de succión podrá alimentarse directamente de tu pecho para lo cual deberás tener mucha paciencia, y convicción. Puede llevar varias tomas el que tu bebé pueda prenderse adecuadamente al pecho. Nuevamente si necesitas apoyo puedes acercarte a una consultora certificada en lactancia o personal de salud con experiencia en lactancia con prematuros que te apoye en este proceso. Existen “ayudas de lactancia” que pueden facilitar el proceso.

Es importante saber que si en su momento no pudiste instalar la lactancia, una vez que tu bebé esté estable o cuando ya lo vayan a dar de alta, puedes hacer una “relactación” así como pasar de una lactancia mixta a una exclusiva. Pide asesoría para ello.

Te quedan muchos meses por delante para amamantar a tu bebé. La Organización Mundial de la Salud recomienda al menos 6 meses (edad corregida) de lactancia exclusiva y hasta los 2 años al menos de forma complementaria.

Como una alternativa, cuando la mamá no puede producir leche, son los bancos de leche materna. Informate si existe ese recurso en tu localidad.

También si tu produces leche abundante, considera la opción de donarla, puedes salvar vidas.

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